El hormigón es uno de los principales materiales que se consumen hoy en día en la construcción civil . Su resistencia y maleabilidad lo convierten en un material ideal para la mayoría de las estructuras, ya sean pequeñas, medianas o grandes.
Este material sin embargo tiene sus limitaciones, generalmente bien conocida por los constructores. Para evitar muchas de ellas existen los aditivos para el hormigón, que permiten que el material adquiera características específicas, de acuerdo con lo que la situación requiera.
Básicamente, los aditivos para concreto modifican las características del material, por eso, es necesario que su uso sea muy cuidadoso, ya que el empleo inadecuado de aditivos puede traer consecuencias negativas a la estructura.
Tipos de Aditivos para concreto
Existen diversas características del hormigón que pueden ser modificadas con el uso de aditivos, ya que a medida que la tecnología de la construcción avanza, surgen nuevos aditivos para otorgarle características especiales del material.
Aditivos Plastificantes
Aditivos líquidos que reducen la fricción dinámica del hormigón, tornándolo más plástico. Este tipo de aditivo se agrega a la mezcla de concreto en el orden de un litro por metro cúbico de concreto producido, y se traduce en una economía de cemento de hasta el 15%, además de facilitar el engrosamiento y la trabajabilidad del hormigón, a través de la reducción de la tensión superficial del agua.
Retardadores
Este tipo de aditivo para concreto sirve básicamente para reducir la velocidad de curado del concreto, o sea, su capacidad de agarre. Este tipo de aditivo se presenta en forma líquida, en el orden de un litro para cada medio metro cúbico de hormigón preparado. Es común utilizarlo en situaciones cuando el hormigón se fabrica fuera del emplazamiento de la obra y el transporte y la colocación del concreto pueden llevar más tiempo que el usual.
Su uso tiene una serie de beneficios, como la reducción de fisuras en el hormigón, mayor facilidad en la densidad y viabilidad, además de disminuir la permeabilidad del hormigón.
Aceleradores
Este tipo de aditivo tiene básicamente la función opuesta de los retardadores: sirven justamente para hacer más rápida la curación del concreto, agilizando el proceso constructivo. Es común ser utilizado en obras, con un plazo muy corto, o con retraso en la entrega.
El acelerador de mango es un aditivo líquido para el hormigón, que puede ser añadido a una proporción de hasta un 2% del total de concreto a ser moldeado. Básicamente actúa acelerando el proceso químico de la hidratación del cemento, con lo que la curación se produce más rápido, aumentando la resistencia inicial del concreto. Algunos de los beneficios que el uso de este aditivo para concreto pueden traer son la reducción de la segregación del material, además de disminuir la exudación.
Incorporadores de Aire
Este tipo de aditivo sirve básicamente para crear micro burbujas de aire en el interior del hormigón. Este efecto es deseable, por ejemplo, cuando se desea aumentar la resistencia térmica del material, siendo indicado por ejemplo para entornos que están sometidos a temperaturas de congelación.
Este aditivo se presenta en forma liquida. Variando la cantidad a utilizar de acuerdo con el tipo de agregado que adoptar en la masa. También ayuda a combatir la segregación del concreto y la exudación de los fluidos.
Expansores
Son los aditivos que causan cierta expansión del concreto, para los casos en que se quiera llenar algún vacío, o para compensar la contracción de la pasta de cemento
Impermeabilizantes
Son los aditivos que reducen la permeabilidad del hormigón y de los morteros por capilaridad. Estos además de la impermeabilización parcial, aumenta la trabajabilidad del hormigón y de los morteros. Su consumo varía de acuerdo con la cantidad de cemento a utilizar en el mortero o concreto.